La Historia de la Fotografía Publicitaria


La fotografía publicitaria como tal no apareció hasta los inicios del siglo XX, pero previamente hizo algunas apariciones esporádicas, ya fuera en pequeños catálogos o publicaciones aisladas durante los finales del siglo XIX. Su llegada fue prácticamente estelar porque el cambio de tono que supuso para la publicidad la representación gráfica de calidad fue evidente. Se comenzaron a publicar artículos en revistas de fotografía en los que se daba importancia y valor a las fotografías publicitarias, lo que hizo expandirse su popularidad y crecer esa “necesidad” por conseguir reconocimiento en el campo.

Se consideraba que las fotografías eran mucho más impactantes y atractivas, conducían más a la persuasión publicitaria que una simple ilustración publicitaria, lo que también supuso un cambio de estilo en las agencias de publicidad, como podemos apreciar en la teleserie “Mad Men”, que hasta la época trabajaban con un director de arte que elaboraba ilustraciones para los anuncios impresos, y que comenzaron a aplicar fotografías reales y artísticas. Aunque este cambio no fue inmediato, sino que llevó un tiempo para la industria adaptarse a ello.

Fueron los primeros psicólogos de la publicidad del siglo XX, como Walter Dill Scott, quienes demostraron que los consumidores preferían la sugerencia, quienes convencieron a las agencias de utilizar una nueva estrategia que sugería más al consumidor y no daba las cosas tan “masticadas”. Aquí fue donde comenzó el trámite entre los directores de arte tradicionales y las campañas utilizando fotografías artísticas. Esta estrategia, denominada “la atmósfera publicitaria” se convirtió en la dominante durante la Primera Guerra Mundial.


Lejaren Hiller fue el pionero. Su estilo de ilustración de ficción en revistas femeninas marcó la diferencia. Su trabajo se caracterizaba por un enfoque suave, iluminación espectacular, impresión de combinaciones y perseguía el fin de conseguir instantáneas de alto contenido sugestivo, este estilo se sigue utilizando en la actualidad.

La publicidad se profesionalizó rápidamente tras la Primera Guerra Mundial gracias a la propaganda de guerra que utilizaba imágenes impactantes para ganar adeptos en los partidos y los diferentes bandos.

Otra gran influencia fue Edward Steichen, trabajando para la agencia J. Walter Thompson. Era un fotógrafo pictorialista de Nueva York que se convirtió en fotógrafo comercial. Trabajó con directores de arte que estaban convencidos en mirar más allá del uso tradicional de la fotografía, lo que le ayudó a desarrollar un estilo de recto-fotografía persuasiva, con el que proyectaba ideales, aspiraciones y fantasías, haciéndolas parecer alcanzables para el consumidor.

El estilo modernista de Nueva York se vio influenciado por las innovaciones procedentes de Europa, como por ejemplo las perspectivas utópicas y el estilo radical del holandés De Stijl o el constructivismo de Bauhaus.

La fotografía modernista surgió en paralelo al impulso moderno del diseño industrial en la década de 1930. Esta década también se caracterizó por la tendencia divergente en la fotografía publicitaria hacia fotos de la vida real. La crisis y la gran depresión crearon la necesidad de hablar de sinceridad y realismo en la fotografía publicitaria. Otro factor influyente fue la aparición de materiales comerciales, los fotógrafos pudieron hacer negativos, estampados y transparencias con la facilidad suficiente para permitir el uso generalizado del color en la fotografía publicitaria.

1 comentario:

  1. Me ha encantado la información que has compartido porque me llevo dedicando a esto bastante tiempo pero había algunas cosas que no conocía la verdad, muy chulo todo

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